El estrabismo.

El estrabismo es una anomalía de la visión binocular que se manifiesta cuando los músculos que controlan los movimientos de los ojos tienen un funcionamiento anómalo, es decir, los ojos no trabajan de forma armónica y simultánea para dirigirse al mismo tiempo a una determinada acción.

Durante la visión, uno de los ojos llamado dominante, se dirige al objeto deseado mientras que el otro se dirige hacia un punto distinto. Como consecuencia, el ojo no dominante puede convertirse en un ojo vago desarrollando una ambliopía.

Clases de estrabismo.

Según hacia dónde se dirigen los ojos, existen 4 clases de estrabismo.

El estrabismo convergente donde el ojo no dominante se desvía hacia dentro. Es el tipo más común de estrabismo entre los niños.

El estrabismo divergente donde el ojo no dominante se debía hacia fuera.

El estrabismo vertical donde el ojo se desvía hacia arriba o hacia abajo.

El estrabismo intermitente que aparece en algunas ocasiones.

¿Se nace con estas anomalías?

Cuando nacen, los bebés no poseen una visión nítida ni binocular hasta los 6 primeros meses. Por lo tanto, los bebés no pueden ser considerados estrábicos hasta los 7 meses. Pero si perduran los síntomas, se recomienda acudir a un especialista de la visión.

¿Qué tratamientos existen?

El tratamiento depende del tipo de estrabismo de que se trate.

Se debe centrar en conseguir una adecuada corrección de los defectos de refracción del paciente.

Es recomendable empezar por la técnica de oclusión para poder entrenar y mejorar el ojo desviado.

También son recomendables los ejercicios dirigidos por el óptico-optometrista de deslumbramiento retiniano para estimular la fijación en la fóvea.

Nuestros consejos.

El éxito del tratamiento radica en la constancia del entrenamiento visual indicado por el óptico-optometrista. Si llegara al caso se  puede recomendar una cirugía por parte del oftalmólogo.

Pide cita  y te asesoraremos para una correcta salud visual.

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